La idea de este parto surgió mucho antes de ser concebido,
cuando nació mi primer hijo fue tan maravilloso que fue en ese instante que
decidimos que queríamos repetir la experiencia, con el
paso del tiempo se fue modificando la idea de un parto en agua en simplemente
un parto natural en casa.
Dado
que nos cambiamos de estado necesitaba encontrar otra partera que estuviera de
acuerdo con nuestra decisión, esto nos tomo un poco de tiempo ya que cada día
son más escasas. Finalmente a los cinco meses de embarazo la encontramos “Doña
Catalina”.
Durante
el resto del embarazo no hubo ningún problema, sin embargo si había diferencia
de ideas con respecto a los medicamentos, ya que ella si utiliza hormonas y
suero, y yo no estaba de acuerdo, pero ella me respeto.
Después
de varias falsas alarmas el 15 de junio fue el día, las contracciones se hacían
más fuertes y su frecuencia aumentaba era la hora de llamar a Catalina apenas
eran las ocho cuarenta de la mañana.
Mi amore siempre a mi lado contando y haciéndome sentir como en las nubes, a las 10:30 aproximadamente llegó la partera con sus asistente, me palpo y tenía como 3 cm, yo no lo podía creer me pareció muy poco. A partir de ahí todo cambio, mandaron a mi Amore con mi hijo mayor, mientras ellas intentaban aminorar el dolor de las contracciones, cuando yo lo único que quería era tener a mi familia cerca. De vez en cuando se acercaba mi amore pero no tenía la fuerza para pedirle que se quedara conmigo. De estar en la pelota pase a la cama el cansancio me estaba ganando las contracciones habían empezado en la madrugada y para este punto no había ni siquiera arrojado el tapón mucoso. Como a las doce del día ya no podía abrir mis ojos del cansancio y el dolor pero me llegó la sensación de pujar y le exprese esto a catalina y ella me respondió que si lo sentía que lo hiciera; con el primer pujido salió el tapón mucoso, al segundo salió disparado el liquido amniótico de la manera más chusca, solo escuche “Splah” cuando abrí los ojos vi que mi amore estaba todo mojado, sin embargo no se movió y siguió ahí cerca de mí, si algo tenía el claro es que también quería recibir a su segundo hijo.
Después
de un tiempo de pujar no sentía que avanzaba, pero al instante me dicen los
tres no dejes de pujar que ya está a punto de salir y se puede atorar si dejas
de pujar, así que abrí los ojos y descubrí una mirada de terror en mi amore
(mas tarde me dijo que ya estaba la mitad de la cabeza el bebé pero que se
estaba poniendo morada por la presión) que puje lo mas que pude, en eso la
partera se dio cuenta de que traía el cordón enredado y le explico a mi amore
como desenredarlo, cuando lo logro en automático salió el bebe y su padre lo
recibió. Lo primero que hizo fue abrir sus hermosos ojos azules y ver a su papá
que lo abrazaba y Gonzalo me dijo con lagrimas de felicidad “Es niño mi amor”.
Nació a las doce cuarenta de la tarde.
Lo
único que quería era tomarlo en mis brazos, pero catalina no me dejaba hablar y
me dio mucho coraje no tener la fuerza para reclamar lo que yo quería. A pesar
de esto sabía que estaba bien el bebe porque estaba con su padre y no con un
desconocido. Después de que saliera disparada la placenta igual que el líquido
amniótico, por fin me dieron a mi bebé para abrazarlo y amamantarlo. En cuanto
lo tuve en mis brazos mi primer pensamiento fue que mi bebe estaba bien y muy
grande, peso cuatro kilos doscientos gramos y midió cincuenta y dos
centímetros.
Me
sentía tan bien que solo quería disfrutarnos como familia, así que se lo
comunique a mi amore y Catalina después de revisar que todo estuviera en orden
se marchó
No hay comentarios:
Publicar un comentario