miércoles, 8 de octubre de 2008

La llegada de mi segundo bebé


La idea de este parto surgió mucho antes de ser concebido, cuando nació mi primer hijo fue tan maravilloso que fue en ese instante que decidimos que queríamos repetir la experiencia, con el paso del tiempo se fue modificando la idea de un parto en agua en simplemente un parto natural en casa.

Dado que nos cambiamos de estado necesitaba encontrar otra partera que estuviera de acuerdo con nuestra decisión, esto nos tomo un poco de tiempo ya que cada día son más escasas. Finalmente a los cinco meses de embarazo la encontramos “Doña Catalina”.

Durante el resto del embarazo no hubo ningún problema, sin embargo si había diferencia de ideas con respecto a los medicamentos, ya que ella si utiliza hormonas y suero, y yo no estaba de acuerdo, pero ella me respeto.

Después de varias falsas alarmas el 15 de junio fue el día, las contracciones se hacían más fuertes y su frecuencia aumentaba era la hora de llamar a Catalina apenas eran las ocho cuarenta de la mañana.

Mi amore siempre a mi lado contando y haciéndome sentir como en las nubes, a las 10:30 aproximadamente llegó la partera con sus asistente, me palpo y tenía como 3 cm, yo no lo podía creer me pareció muy poco. A partir de ahí todo cambio, mandaron a mi Amore con mi hijo mayor, mientras ellas intentaban aminorar el dolor de las contracciones, cuando yo lo único que quería era tener a mi familia cerca. De vez en cuando se acercaba mi amore pero no tenía la fuerza para pedirle que se quedara conmigo. De estar en la pelota pase a la cama el cansancio me estaba ganando las contracciones habían empezado en la madrugada y para este punto no había ni siquiera arrojado el tapón mucoso. Como a las doce del día ya no podía abrir mis ojos del cansancio y el dolor pero me llegó la sensación de pujar y le exprese esto a catalina y ella me respondió que si lo sentía que lo hiciera; con el primer pujido salió el tapón mucoso, al segundo salió disparado el liquido amniótico de la manera más chusca, solo escuche “Splah” cuando abrí los ojos vi que mi amore estaba todo mojado, sin embargo no se movió y siguió ahí cerca de mí, si algo tenía el claro es que también quería recibir a su segundo hijo. 

Después de un tiempo de pujar no sentía que avanzaba, pero al instante me dicen los tres no dejes de pujar que ya está a punto de salir y se puede atorar si dejas de pujar, así que abrí los ojos y descubrí una mirada de terror en mi amore (mas tarde me dijo que ya estaba la mitad de la cabeza el bebé pero que se estaba poniendo morada por la presión) que puje lo mas que pude, en eso la partera se dio cuenta de que traía el cordón enredado y le explico a mi amore como desenredarlo, cuando lo logro en automático salió el bebe y su padre lo recibió. Lo primero que hizo fue abrir sus hermosos ojos azules y ver a su papá que lo abrazaba y Gonzalo me dijo con lagrimas de felicidad “Es niño mi amor”. Nació a las doce cuarenta de la tarde.

Lo único que quería era tomarlo en mis brazos, pero catalina no me dejaba hablar y me dio mucho coraje no tener la fuerza para reclamar lo que yo quería. A pesar de esto sabía que estaba bien el bebe porque estaba con su padre y no con un desconocido. Después de que saliera disparada la placenta igual que el líquido amniótico, por fin me dieron a mi bebé para abrazarlo y amamantarlo. En cuanto lo tuve en mis brazos mi primer pensamiento fue que mi bebe estaba bien y muy grande, peso cuatro kilos doscientos gramos y midió cincuenta y dos centímetros.

Me sentía tan bien que solo quería disfrutarnos como familia, así que se lo comunique a mi amore y Catalina después de revisar que todo estuviera en orden se marchó

Y así simple y maravillosamente fue la llegada de mi segundo bebé a nuestras vidas. Agradezco a Catalina porque sin ella tal vez hubiera terminado en cesárea

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