Este parto fue
totalmente diferente a los otros dos, a pesar
de ya tener la experiencia de
partos en casa cada bebé decide
llegar de manera distinta al mundo.
Eran como las 9
de la noche, regresábamos de una fiesta
infantil cuando comencé a sentir contracciones un poco fuertes, pero muy
espaciadas así que lo tome con calma, y también llegue a pensar que era el estrés.
Más tarde como a las 2 am me despertaron
un hilo de 3 contracciones muy fuertes de plano ya no me pude dormir y por la
forma en la que me levante mi amore se despertó y se mantuvo a mi lado, aun
eran muy espaciadas pero muy intensas. Decidimos
llamar a la partera a las 4 am, cuando llego tenía 3 cm y las contracciones eran
muy irregulares así que nos pidió que me bañara y acostara haber si se
regularizaban, se quedo aproximadamente una hora y media pero seguíamos igual y
quedamos en avisarle si había cambios.
Las
contracciones ya no pararon y cada vez se hacían más intensas pero sin ritmo,
desde las 8 am hasta las 12pm me mantuve
en la pelota, incluso ahí desayune, ni acostada ni parada las soportaba, pero
para esa hora ya estaba cansada y decidí acostarme si empezaban a tener ritmo
que mejor, lo bueno es que pude dormir dos horas con una sola interrupción de
dolor. Ya a las 2pm me levanto el dolor y sentí como salía el tapón mucoso
justo ahí pensé de hoy no pasa. Me volví
a bañar tratando de conseguir que se
regularizaran las contracciones y lo único que conseguí fue que se intensificaran…..
Para las 4 tenia
contracciones cada 6 min en promedio así que le volvimos a llamar a una de las
parteras, yo ya estaba instalada en la pelota en el baño, mi amore quería que
me moviera a la tina porque ya teníamos previamente preparado un rebozo desde
el techo para intentar que pariera parada con la ayuda del rebozo, pero yo de plano no quería moverme de mi
pelota. Cuando llego la primer Guadalupe intente colgarme del rebozo para ver
si avanzaba un poco más rápido con la ayuda de la gravedad, cosa que si ayudo
ya que salió lo que quedaba del tapón sin embargo las contracciones eran
demasiado para mí y después de solo dos me regrese a la pelota.
Me dieron de
comer mangos con yogurt, miel nueces y arándanos, ¡no podía creer que había
olvidado comer! Gracias a eso retome un poco la energía.
Todo el tiempo
Mi Amore me acompaño e hizo el transito más llevadero, al pobre le llegue a
pegar a puño cerrado, le aplaste la mano, la pierna, bueno creo que hasta me
colgué de sus pantalones, el siempre sin quejarse y solo dándome su amor y haciéndome reír con sus dones de comediante.
Más tarde como
decidimos checar como íbamos y la gran noticia fue que ya tenía 9 cm, uff sentí
un gran alivio, todo ese dolor si estaba llevando a algo.
Tanto las
Guadalupes como mi amore querían que intentara con las silla de parto en el
cuarto, pero yo de necia no quería soltar la pelota, hasta que visualice que ahí no podía
salir la bebé y accedí a que la llevaran
al baño en cuanto me pase con las contracciones empecé a pujar por instinto,
una de las Guadalupes me tomo de los brazos, yo me agarre del rebozo y mi amore ya
estaba preparado abajo para recibir a su hija.
En cosa de tres
contracciones a las 7:40 pm salió la bebé con todo y bolsa incluida, se rompió
ya afuera, traía el cordón cortito, así que no pudo pegársela a la piel como él
quería, pero me la puso encima, esperaron a que dejara de latir el cordón para
cortarlo y enseguida la tomo su papá, intentamos que se pegara al pecho, pero
de plano ella no quería… la dejamos por la paz.
Lo más difícil
para todos venia en camino, no esperábamos que me desmayara, pero así fue yo
realmente disfruto mucho cuando me desmayo, pero obviamente no es bueno, la
placenta salió completa y me tuvieron que cargar al cuarto porque después de
tomar agua, miel y un poco de chocolate me volví a desmayar.
Ya en el cuarto
me empecé a sentir un poco mejor, pero tenía la presión en el suelo y seguía
sangrando, me dieron más mango, miel y oxigeno. A pesar de esto me desmaye de
nuevo así que decidieron ponerme un suero y me empecé a sentir mejor, en cuanto
se acabo empezamos con la lactancia y a disfrutar la llegada de mi niña.
Mis niños
hermosos se portaron super bien todo el
día, mi segundo hijo en una contracción, donde su padre había ido a fumar se acerco a
abrazarme y preguntarme si estaba bien, me acariciaba la espalda diciendo “sana
sana colita de rana—ya esta, ¿te sientes mejor?” nunca se me va a olvidar. El mayor se mantuvo un poco al margen, entro
varias veces a ver si ya había nacido el bebe.